No para de mirarme. En serio, no para de hacerlo. Cuando lo miro yo también rápidamente desvía su mirada. A veces la mantiene, y quien la desvía soy yo. Pero nunca nos decimos nada. Ambos igual de cobardes. No paro de decime "mañana me acerco y le digo algo". Pero así todos los días y nunca pasa nada.Y quien sabe si algún día dejo de verlo y me habré quedado con esas ganas de conocerlo...
0 comentarios:
Publicar un comentario