Te estuve esperando. Hacía frío y había un viento de locos. Me senté en la escalera y empecé a sacar apuntes para ir estudiando y no perder del todo el tiempo. A cada persona que bajaba por las escaleras, yo me giraba y los miraba a la cara, esperanzada, pensando que quizás, eras vos. Pero no lo eras. Fue esperar tontamente, fue esperar para nada. Porque nunca pisaste esas escaleras donde yo estaba sentada. Te dije que estaría allí y sin embargo, elegiste no aparecer. Pasaban las horas y yo pensaba "quizás ya viene". Pero no fue así. Y mientras más pasaban las horas más miedo me entraba y más pensaba... ¿qué hago? Estoy esperando a alguien que nunca tuve ni nunca tendré. Estoy luchando por ser tu maldito juguete. Es patético. Es lo más estúpido que hice en mi vida. La mayor locura sin sentido.
¿Pero y qué me importa? Yo solo quiero verte como ayer, rozar tus labios, sentirme pequeña ante tu mirada. Y no voy a dejar que te vayas de mi vida tan fácil... porque, simplemente, no puedo.
¿Pero y qué me importa? Yo solo quiero verte como ayer, rozar tus labios, sentirme pequeña ante tu mirada. Y no voy a dejar que te vayas de mi vida tan fácil... porque, simplemente, no puedo.